domingo, 14 de junio de 2015

George, simpática ave es parte del comité de bienvenida en Puerto 25



Por: Néstor Silva Vilela

En nuestra visita al sector Puerto 25, decidimos encaminarnos a pasear en bote por los adentros del Santuario Nacional Los Manglares de Tumbes, disfrutar del paisajísmo colorido poco común que nos ofrece la naturaleza, una maravilla que muchos hasta ahora no han podido disfrutar, un ambiente lleno aves y especies propias del lugar; este sector nos regala una aventura poco imaginable, que nos motiva compartirla con todo turista que llegue a Tumbes, para que hagan una pausa, se den salto vengan a visitar esta maravilla natural. Es hora de iniciar una fascinante experiencia y viva su mejor aventura bajo el indescriptible recorrido que ofrecen los operadores en una embarcación pequeña a ritmo de remo, conducidos por los encargados de las dos agrupaciones debidamente reconocidas en Puerto 25. 
A puerto 25 se llega por la panamericana norte, a 20 Km del centro de la ciudad de Tumbes – Aguas Verdes (Zarumilla), en un recorrido de aproximadamente 25 a 30 minutos, ingresando por la izquierda por una carrozable que se inicia a espaldas del grifo “Los Algarrobos”, Aguas Verdes. Allí nos espera George, es el nombre de pila de esta ave, en algunos países adquiere el nombre de quiebrahuesos, carancho y keleles, pero aquí en nuestra tierra le dicen guaraguao, dicho animalito es parte del comité de bienvenida al sector Puerto 25, Aguas Verdes – Zarumilla. Es una Ave carroñera de género Caracara plancus, adoptada por los pescadores de la Asociación Nueva Esperanza en Puerto 25, según nos cuentan los pescadores del lugar, dicha ave rapaz, lleva aproximadamente 10 años conviviendo en este lugar, un simpático personaje que se ha ganado el cariño de quienes visitan el Santuario Nacional Los Manglares de Tumbes por el Sector Puerto 25. Fue encontrado desde polluelo por unos pescadores en Puerto Pizarro, pretendieron cambiar su condición de carroñero a doméstico, vivió por algún tiempo en el domicilio de quienes lo encontraron, abandonado fuera de su nido, indefenso, expuesto a algún depredador al interior del mangle; inicialmente, se pretendió criar con un grupo de aves de corral, específicamente con algunas gallinas y gallos, pero George no compatibilizaba mucho con dichas especies, al punto que a medida que iba adquiriendo más edad, éste por instinto natural, procedía a pelearse con los animales, e incluso se alimentaba de los polluelos de las gallinas e incluso llegó a matar algunos gallos y gallinas. Ante esta medida poco común de un ave no doméstica, y por la naturaleza del mismo, decidieron que no podrían criarlo en ese ambiente y fue llevado a Puerto 25, y entregarlo en calidad de donación para que se crié en un habitad natural. Esta ave rapaz que llega a medir entre 55 y 60 cm de largo. Presenta la parte superior de la cabeza negruzca, el resto de la misma y el cuello blanco grisáceo, el dorso y pecho con líneas anchas pardas y blanco grisáceo. En vuelo, se le observa una mancha alar clara y la cola blanquecina que termina con una banda negra. La piel de la cara es desnuda, rasgo típico de las aves carroñeras. Aprendió la caza de adulto y a defenderse: Una exigua y compleja la situación de George, ya que fue difícil para él cazar de forma natural, quizá, porque siempre fue alimentado por el hombre, lleva una dieta muy exquisita se alimenta de peses, camarones, jaibas y cangrejos, pero se deleita mucho con el bagre que es uno de sus platillos favoritos. Siempre a la defensiva con los niños: Cuenta Juan Cerro Medina, que George está siempre a la defensiva con los niños, quizá por la amarga experiencia vivida en años anteriores, al parecer algún infante le propinaría un golpe que lo dejó con el ala lesionada, hoy pagan los justos por pecadores, producto de esta amarga experiencia toda vez que un niño se le acerca George opta por picotearlo. Hay que tener un poco de cuidado con los pequeños, pero, por otro lado le gusta que le acaricien su cabecita, se siente muy relajado, que hasta se anima a subirse en los hombros de quien le caiga en gracia y posar para cuanto lente de una cámara o filmadora lo apunte.




Nueva Esperanza los invita:

Visitar el Santuario Nacional Los Manglares de Tumbes, es una de las experiencias más fascinantes que cualquier mortal pueda vivir, hágalo con nosotros, en canoa sin contaminar el medio ambiente.


Este turismo vivencial es único, permite conectarte con la naturaleza, reconocer las especies del Bioma Manglar, disfrutar de la espectacular flora silvestre; podrás además, si deseas pernoctar en un ambiente rodeado de la naturaleza, contamos con ambientes debidamente acondicionados, salón para recepciones múltiples, amplias y cómodas habitaciones, todo ello envueltos de un clima tropical. Disfrute también de lo mejor en gastronomía regional con platos a base de los mejores productos que nos ofrece el mar.
Disfrute de la belleza de nuestros manglares en su máxima expresión, viva y comparta la experiencia de pescar junto al sonido de la actividad natural, es impresionante, conozca nuestras aulas virtuales in situ y aprenda sobre el comportamiento de las especies del manglar y la importancia de la conservación de este importante eco-sistema natural. Refiere Juan Cerro Medina, presidente de la asociación de pescadores “Nueva Esperanza”, Puerto 25 los espera con los brazos abiertos los 365 días del año.

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